Apenas trascurridas 24 horas desde que el gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó una ley que criminaliza a los inmigrantes irregulares, el presidente de México, Andrés Manuel Lֶópez Obrador, anunció este martes que va a impugnar la legislación estatal estadounidense.
“Se está haciendo ya un trámite en la Secretaría de] Relaciones Exteriores para impugnar esta ley y, además, nosotros vamos a estar siempre en contra de estas medidas. Decirle a nuestros paisanos y a los migrantes que vamos a estarlos defendiendo”, aseguró López Obrador en su conferencia matutina diaria.
El lunes Abbott firmó el estatuto que entrará en vigor en marzo, junto a dos leyes más encaminadas a frenar la inmigración irregular, con una de ellas enfocada directamente contra quienes entran sin permiso al territorio estatal.
Abbott ha liderado junto a otros gobernadores republicanos la iniciativa de enviar autobuses repletos de inmigrantes hacia ciudades gobernadas por alcaldes demócratas. Más tarde el martes, en un mensaje en la red social X, recalcó su posición contra los indocumentados y enfiló contra la política migratoria de la administración del presidente Joe Biden.
“Ayer firmé una ley para penalizar la entrada ilegal a Texas y autorizar la expulsión o el encarcelamiento de inmigrantes ilegales que cruzan nuestra frontera sur. Texas seguirá avanzando hasta que tengamos un nuevo presidente que haga cumplir la ley”, sentenció Abbott.
Conocida en conjunto como SB 4, se espera que la legislación entre en vigor en marzo y tipificará como nuevo delito estatal la entrada o reingreso ilegal a Texas, con penas que van de 180 días de cárcel a 20 años de prisión para quienes se opongan a acatar los mandatos judiciales.
Sin embargo, López Obrador cargó contra el gobernador republicano del estado sureño de EEUU. “Esas no son atribuciones de los estados. Él está usurpando funciones y tiene que ver con política exterior y eso corresponde al Congreso y al presidente de Estados Unidos”.
México es el destino final de los inmigrantes antes de tratar de cruzar a suelo estadounidense, y en su periplo desde sus países de origen atraviesan varios territorios en la región centroamericana. Según datos del gobierno de Panamá, 506.000 migrantes llegaron a este país en 2023 desde la frontera con Colombia, atravesando la peligrosa ruta del Darién.
Críticas a la nueva legislación
Desde su anuncio semanas atrás la medida ha sido criticada por organizaciones, activistas y políticos en EEUU.
“Ya sabemos que en el Estado de Texas había muchas familias que estaban separadas por las leyes de [el expresidente Donald] Trump, y ahora con esta nueva ley estamos regresando a ese tiempo”, dijo a la Voz de América Michael Mireles, por la organización Unión del Pueblo Entero.
También se ha advertido sobre alarmantes consecuencias para los niños en familias mixtas donde algunos tienen residencia legal o son ciudadanos y otros no, pues la separación familiar causaría efectos negativos.
“Esta gente está sometida a estímulos muy negativos y muy adversos”, dijo a la VOA el doctor Luis Jaime Cárdenas.
En tanto, el congresista demócrata por Texas Joaquín Castro encabezó una carta abierta al Departamento de Justicia en que lo insta a bloquear la ley firmada por Abbott.
«Este proyecto de ley será el proyecto de ley estatal antiinmigrante más extremo en Estados Unidos», expresa la misiva en la que lo acompañan casi una veintena más de representantes y miembros del Caucus Hispano.
Castro coincide con López Obrador en que la ley viola estatutos federales pues en el momento de ser aprobada «probablemente resultará en discriminación racial, violaciones significativas del debido proceso y arrestos ilegales de ciudadanos, residentes permanentes legales y otros».