La defensa de Ana Josefa García Cuello ha solicitado formalmente un examen médico forense para evaluar su estado mental, argumentando que es crucial determinar si García Cuello era plenamente consciente de sus acciones en el momento del delito.
Según los documentos presentados, García Cuello tiene un historial de salud mental, habiendo sido tratada por esquizofrenia desde 2013 bajo la supervisión de un psiquiatra. La defensa también ha señalado que la acusada ha estado tomando medicación para manejar su condición.