El Gobierno está optimista respecto a que el acuerdo de cielos abiertos con Estados Unidos aumentará la competencia entre las aerolíneas nacionales y las estadounidenses, lo que podría resultar en una reducción de los precios de los boletos aéreos. Sin embargo, esta expectativa ha sido puesta en duda por algunos expertos, quienes cuestionan si el acuerdo realmente generará los beneficios esperados.
Mientras tanto, el sector privado de la aviación local muestra escepticismo respecto al convenio, ya que no fueron consultados durante el proceso de negociación. Esta falta de consulta ha generado inquietudes sobre el impacto del acuerdo en las aerolíneas nacionales y en la estructura del mercado aéreo.
En un contexto donde la conectividad se vuelve cada vez más crucial, la creación de un entorno con mínima intervención y regulación gubernamental es vista como esencial para el desarrollo del sector. La competencia abierta entre aerolíneas podría fomentar una mayor eficiencia y mejorar los servicios, pero también plantea desafíos que deben ser cuidadosamente gestionados para asegurar que todos los actores del mercado puedan beneficiarse de manera equitativa.