Protestas masivas estallan en todo Haití, con manifestantes llenando las calles de las principales ciudades del país en demanda de la renuncia del primer ministro Ariel Henry.
Los disturbios, que se intensificaron ayer lunes, cerraron bancos, escuelas y agencias gubernamentales en las regiones norte y sur de Haití. Neumáticos en llamas bloquearon las principales rutas mientras los manifestantes paralizaban el transporte público, desafiando a las autoridades y expresando su indignación contra el gobierno.
En la capital, Puerto Príncipe, la situación fue igualmente tensa, con decenas de manifestantes congregándose frente a la oficina de Henry. Sin embargo, la protesta fue dispersada por la policía, que empleó gases lacrimógenos para contener a la multitud. Entre los manifestantes se encontraba el ex primer ministro Claude Joseph, quien se unió a la voz popular exigiendo cambios en el liderazgo del país.
Estas protestas, que se espera que continúen durante al menos tres días, han adquirido una dimensión simbólica al coincidir con el 7 de febrero, una fecha histórica en la historia de Haití. Este día evoca la huida del ex dictador Jean-Claude Duvalier a Francia en 1986, así como la toma de posesión del primer presidente democráticamente elegido, Jean-Bertrand Aristide, en 1991.
Mientras tanto, la presión sobre Ariel Henry para que renuncie ha ido en aumento, con la fecha del 7 de febrero como una línea temporal crucial para su futuro político.