La Corte Suprema de Brasil admitió un total de 78.242 procesos durante 2023, una cifra que el propio presidente del tribunal, Luís Roberto Barroso, consideró este martes como «un récord» y atribuyó en parte a la intentona golpista de enero.
Barroso encabezó una ceremonia que puso fin a las actividades del tribunal este año y presentó un balance en el cual destacó las poco más de 2.000 acciones penales admitidas a trámite como consecuencia de la asonada golpista del pasado 8 de enero.
Ese día, una semana después de la investidura del progresista Luiz Inácio Lula da Silva como presidente, miles de activistas de la extrema derecha asaltaron las sedes de los tres poderes del Estado en un frustrado intento de derrocar al nuevo Gobierno.
Según dijo Barroso, esa asonada contribuyó a elevar en poco más del 10 % el número de procesos admitidos este año por la Corte Suprema, cuya sede fue uno de los blancos de ese ataque golpista.
Aunque celebró la rápida respuesta de la Justicia frente a esos sucesos, que motivaron demandas penales, civiles y económicas, el magistrado subrayó el papel de todas las instituciones y la sociedad civil en el rechazo a una «aventura autoritaria» que «atentó» contra el régimen democrático.
«Ningún tribunal sería capaz de contener solo esa osadía y eso fue posible gracias a la sociedad civil, la clase política y la prensa, que de una forma muy relevante se pusieron del lado de las instituciones democráticas», declaró.
Una veintena de las cerca de 2.000 personas imputadas por esos hechos ya ha sido condenada a penas que llegan a 17 años de cárcel y 66 de ellas permanecen en prisión, mientras que el resto responde ante la Justicia en libertad.